21/12/2024@23:35:00
21DIC24 – MADRID.- Un edificio, como un organismo vivo, respira, envejece y, sí, también se desgasta. Lo que empieza siendo una pequeña grieta puede convertirse en un problema estructural. Esa gotera que parece inofensiva se filtra hasta el alma del inmueble, y la factura del tiempo no perdona. Aquí es donde la acción se vuelve indispensable. Y en este escenario, la figura del
Agente Rehabilitador emerge como un orquestador de soluciones, alguien capaz de dar una nueva vida a lo que parecía destinado al deterioro.