12DIC23 – MADRID.- Un divorcio es siempre un proceso traumático. Ningún divorcio aunque sea de “común acuerdo” deja indemne a los participantes en el. Un divorcio no sólo implica y afecta a la pareja ya que también alcanza -en la mayoría de los casos- a los hijos del matrimonio que son sin duda, los directos afectados. Existen además otras complicaciones y/o situaciones a resolver que pueden derivarse por ejemplo, de los intereses económicos o de negocios que tengan relación con la pareja en vías de divorciarse.