Opinión: “Recuerdos de Mi Abuelita…”
(A propósito de un reciente e ilustre fallecimiento…)
Por Geral Aci (Madrid)
25NOV16.- Yo quería preguntar si hace falta viajar al cielo o al infierno para que hablen bien de mí. Yo vivía en un conventillo, lo que en España sería una corrala. Doce callampas o chabolas que la iglesia llamaba “casas”, ya que eran los dueños de las viviendas, albergaban a familias numerosas, siete hijos, el padre, la madre, la abuela, el abuelo, un cuñado y la novia del cuñado, ¡cuarenta metros cuadrados!