Para el presidente Sebastián Piñera, el proyecto que acaba de lanzar será la oportunidad de hacer realidad una idea que comenzó a soñar en los años 90. La obra, que se inicia en los próximos meses y deberá estar concluída antes que entregue el poder en 2014, pretende cambiarle el rostro a un sector de Santiago empobrecido y cubierto de basura.
"Le cambiará la cara plenamente a un sector", destacó el ministro de Obras Públicas, Hernán de Soliminihac.
Al mismo tiempo permitirá la extensión de un parque que ya a comienzos de los 90 le cambió la faz al río. "Llegamos a la conclusión que el alma de Santiago, su columna vertebral, era el río Mapocho, que lo teníamos tremendamente abandonado", dijo el mandatario al poner recientemente la primera piedra de la obra.
"Queremos transformar el río Mapocho en punto de encuentro más cercano, amigable y lleno de vida. Un Mapocho que acoja a las familias como un gran lugar de esparcimiento, donde se realicen actividades acuáticas como botes a vela y a remo y haya competencias deportivas entre colegios y universidades." dijo Piñera.
Gran parte de los sectores próximos al río, canalizado con adoquines desde tiempos de la colonia, tienen parques, pero hacia las proximidades de zonas más populares sus riberas reciben basuras o sus arenas son extraídas para ser usadas en construcción. Hace también unos años parte del lecho del río fue intervenido para hacer una autopista concesionada cubierta que atraviesa la capital.
Con una zona de 1.000 metros de largo para pequeñas embarcaciones, una piscina de gran tamaño, espacios de esparcimiento y un gran rueda de Chicago, el parque fluvial debiera convertirse en un gran atractivo para los santiaguinos.
Cuando el actual gobernante hizo público su sueño fue objeto de críticas y burlas de quienes dudaban de que el Mapocho podría ser navegable.
Se trata de un proyecto lanzado en 1990 por el mandatario elaborado por su amigo el arquitecto Cristián Boza y que por años estuvo durmiendo en las oficinas de los anteriores gobiernos centroizquierdistas. Apenas llegado al poder en marzo del año pasado, el gobernante derechista reactivó su antiguo anhelo y recientemente lanzó el proyecto, que debe estar finiquitado antes que concluya su mandato en 2014.
Piñera, impresionado por el cambio registrado en Barcelona por los Juegos Olímpicos de 1992, le comentó a Boza que podrían hacer algo parecido en Santiago. Y Boza se dio a la tarea de elaborar un proyecto que cubre los 34 kilómetros que el río cruza por Santiago, aunque el plan actual sólo cubre un tramo menor, en un sector empobrecido y convertido en basural.
"Cuando el presidente asumió, me llamó y me dijo que era el momento de echar a andar a mil el proyecto", contó a la AP el arquitecto.
Boza, un destacado arquitecto y decano de una universidad privada, quien fue convocado junto a sus alumnos para elaborar un proyecto de remodelación del concurrido paseo del Malecón en La Habana, elaboró el proyecto que considera "una de mis obras más importantes".
El parque constará de 22 hectáreas, de las cuales ocho estarán en el lecho del río, que para alimentar la gran laguna por la cual podrán transitar pequeñas embarcaciones requerirá de cinco esclusas, que serán abatibles cuando el Mapocho crezca o amenace desbordarse. La laguna paralela al curso del río y la via misma serán en una extensión de mil metros navegables por esas embarcaciones, complementada con un sector para la natación, una piscina gigante, áreas verdes y una rueda de Chicago.
El Mapocho, contracción del vocablo mapucheco que en la lengua de los indígenas mapuche significa "río de los mapuche", dejó hace un año de ser la cloaca de Santiago al entrar en funciones un colector que recoge aguas servidas que antes eran lanzadas al río. La sedimentación que actualmente lleva su caudal y le dan el color café a sus aguas será filtrada mediante modernos mecanismos instalados en las esclusas.
La idea inicial del proyecto trazado por Boza para la fundación Futuro de Piñera contemplaba una extensión más amplia, pero se escogió finalmente un sector que será el inicio de la obra de mayor envergadura, según contó a la AP el ministro de Obras Públicas, Hernán de Soliminihac.
La construcción de todo el proyecto quedará para futuros gobiernos, precisó el ministro.
La autoridad asegura que se eligió un sector carente de áreas verdes y de un parque. Los favorecidos serán pobladores aledaños de menores recursos y los que lleguen a Santiago por una moderna autopista no tendrán la visión de un lunar de pobreza.
El parque fluvial, que llevará el nombre de Renato Poblete en memoria de un sacerdote dedicado a una obra social, tendrá un costo de 28 millones de dólares y será financiado por donaciones de privados que formarán una corporación que lo administrará. Pero una licitación escogerá al concesionario encargado de su manejo.
Forma parte de un proyecto que elabora el ministerio de Obras Pública para extender los parques en todo el país a través de licitaciones a privados. "Tenemos que buscar mecanismos que nos permitan hacer sustentable la iniciativa de tener más parques a lo largo del país", dijo a la AP el ministro para justificar las concesiones, las que en algunos casos podrían estar subsidiadas para incentivar el interés privado.
Esos parques, según el modelo que se estudia, podrían contar con gimnasios y piscinas y estarían ubicados en sectores más pobres donde no se cuenta con esas instalaciones.