Con un discurso de tres horas y media lleno de cifras minuciosas, Morales explicó los logros de su gestión en los sectores económico, social, lucha contra las drogas e incluso en temas administrativos y deportivos, comparándolos con los del quinquenio precedente al suyo.
El extenso discurso fue rematado con la petición a su país de terminar con las "broncas" para poner en marcha los proyectos de industrialización de su riqueza natural con plantas hidroeléctricas, petroquímicas, en el litio y en la producción de alimentos.
"Por eso quiero (pedirles) a las fuerzas sociales, a los movimientos sociales, a la sociedad civil, a nuestras iglesias católicas, evangélicas, acabar con las broncas y todos abocarnos" a pensar en Bolivia "por encima de reivindicaciones sectoriales y regionales", enfatizó Morales.
Morales llegó al poder el 22 de enero de 2006 tras ganar unos comicios con un 54% de apoyo y fue reelegido en diciembre del 2009 con 64%, aunque hoy su popularidad está en 36%, según los sondeos, tras la reacción social que hubo contra una reciente subida del coste de carburantes que se vio obligado a derogar.
Señaló además Morales que los primeros cuatro años de su Gobierno lidió con un "Estado colonial y centralista" y en el último año puso en marcha el "Estado plurinacional y autonomista", tras la "refundación" de Bolivia con su nueva Constitución.
En lo económico destacó que el producto interior bruto (PIB) de Bolivia creció en un promedio de 3% en el período 2001-2005 y que en su gestión, la cifra fue de 4,6%, mientras que el PIB per cápita pasó de 938 a 1.533 dólares.
De igual forma, destacó que la inversión pública en gestiones de sus antecesores alcanzó a un promedio anual de 591 millones, frente a la media anual de 1.558 millones actual, mientras que la media de la inversión extranjera pasó de 165 a 393 millones.
Al hablar del acceso al mar para Bolivia, Morales reflotó su aspiración de conseguir un paso con soberanía al Pacífico en su diálogo con Chile y Perú.
Bolivia y Chile mantienen una controversia centenaria por el reclamo boliviano de una restitución de una salida soberana al Pacífico, que perdió en una guerra del siglo XIX cuando el Ejército chileno derrotó una alianza de fuerzas bolivianas y peruanas.
Morales dijo que "este año tiene que haber resultados" en el avance de la solución de la polémica con Chile, ya que Bolivia no puede basarse sólo en declaraciones "alentadoras" y tiene que "cumplir con su Constitución" que establece el derecho del país a tener acceso soberano al Pacífico.
"Este año tenemos que empezar con mucha fuerza, pero también tiene que haber resultados (...) Tengo confianza en el presidente del Gobierno (de Chile, Sebastián Piñera) y el pueblo chileno", añadió.
En su discurso, también apuntó que la región chilena de "Atacama antes era Bolivia. Es verdad. Esperamos recuperarla pronto", despertando el aplauso de los legisladores.
Además hizo referencia al protocolo que firmó el pasado 19 de octubre en el puerto peruano de Ilo con su homólogo de Perú, Alan García, ampliando un acuerdo firmado en 1992 y que otorga a Bolivia una zona franca marítima, aunque sin soberanía.
El nuevo acuerdo con Perú dio "muchos beneficios" hasta el punto de que "sólo falta que nos den soberanía en el puerto de Ilo", dijo.
Las celebraciones de los cinco años de Morales en la presidencia de Bolivia comenzaron hoy con un ritual aimara, un desfile de grupos indígenas, sindicatos y funcionarios, y continuaron en la tarde con la presencia del mandatario en una fiesta popular en una plaza de La Paz en la que incluso bailó.