Si en dicho fenómeno equis o hecho equis que estamos estudiando o analizando son más las variables, determinantes e indeterminantes que van en una dirección y no en otra, es mucho más fácil que se produzca dicha realidad. Es cierto, que creo es esencial que los seminarios, noviciados, y, por consecuencia conventos, monasterios estén sufriendo desde hace unas décadas una crisis enorme de vocaciones, tiene muchas causas, pero una es que la enseñanza oficial secundaria, empezó a ser obligatoria en España, desde la Transición, y, desde esa época se instalaron Institutos Públicos en toda comarca, y, todo joven o adolescente o niño de esa edad tiene y tenía la obligación de asistir, y, además se instalaron métodos oficiales públicos-privados de transporte público.
Creo que estos tres condicionamientos interrelacionados ha sido la base de que las familias, ya no envíen a sus hijos/as a noviciados o centros de Enseñanza de las órdenes religiosas y de los seminarios de sus territorios. A veces, trasladándose los hijos, decenas o cientos de kilómetros, en sistemas de internado. Es lógico que las madres y padres quieran tener a sus hijos en sus casas a la hora de comer, a la hora de dormir.
Por supuesto existen otras causas que intervienen en ese fenómeno: la sociedad y el país ha aumentado su nivel de riqueza material; también otro elemento es que masivamente la mujer empezó a trabajar, por tanto tener una autonomía para vivir y sobrevivir por ella misma; se tuvieron menos hijos por familia, familias menos numerosas; el elemento que se elevaron los porcentajes de educación secundaria, y, por ende la universitaria, se elevaron, hasta ochenta o cerca, el número de universidades en el país, públicas y privadas; la secularización o el secularismo de la sociedad mal entendido; el aumento de personas no-religiosas o declaradas así, como el aumento de ateísmo y agnosticismo.
También otro factor que otras religiones cristianas y no cristianas no católicas ha ido aumentando sus fieles en el territorio español; los miles de sacerdotes que se secularizaron y de religiosos y religiosas –se habla de cien mil sacerdotes que se secularizaron o dejaron el estado clerical entre 1970 y 1990 en el mundo-; se habla de los vaivenes causados por el Vaticano II que intentó adaptarse al mundo actual; esas oleadas en el mundo que se instalaron sistemas sociopolíticos ateos con enormes influencias en todo el planeta; existe que a lo largo de la historia y ahora también el cristianismo y especialmente el catolicismo ha tenido adversarios muy poderosos; no podemos olvidar la influencia de las malas costumbres sociales; también aunque no guste decirlo, ni oírlo, porque es dogma cristiano, la influencia negativa del mundo, la carne y el tentador, etc.
La realidad es que si miramos la historia ninguna sociedad, ningún Estado se mantiene como tales, si “no tienen la argamasa y el cemento de una moral seria y profunda y lo más correcta posible” entre los seres humanos y entre los entes que forman y conforman esa sociedad y ese Estado. No es suficiente para que una sociedad y un Estado tengan normas jurídicas justas, ni que sea un Estado Constitucional Democrático para que esa misma sociedad, en sus individuos y en todos sus entes, siga aumentando de riqueza, riqueza en todos los sentidos. Se necesita, bajo mi modesto entender y comprender, mirando, reitero la historia que en esa sociedad y en ese Estado prime una ética y una moral, seria y profunda y correcta, teórica y en la práctica. O, al menos, lo más verdaderas y buena, buena en todos los sentidos posibles. Y, esa moral más seria y profunda y coherente solo lo pueden dar las religiones –porque la población no sabe, no puede conocer lo suficiente la moral de Kant o de Aristóteles por si sola-. Esta es la realidad nos guste o no.
Una sociedad y un Estado que una parte importante de la población y de los entes que forman y conforman la sociedad, el individuo y el Estado solo con sistemas jurídicos legales, aunque sean positivos y sean eficientes y sean democráticos y sean constitucionales, y, sean según derecho, no son suficientes para la arquitectura del Estado, y de la misma sociedad, que sea estable en todos los sentidos. Sin una moral y ética correcta, ética teórica y moral correcta práctica –y, esto de momento solo lo proporciona las religiones, en concreto el cristianismo-, que la mayoría de los individuos, grupos, colectivos y entes del Estado, sin una ética lo más correcta y verdadera y armoniosa y coherente posible, la sociedad sufre muchas desavenencias internas y muchos sufrimientos añadidos a los que ya la vida trae y causa…
España que ha sido durante siglos un país y una sociedad, y, la mayoría de individuos era cristiana, y, en concreto católica ha caído en estas últimas décadas en una enorme crisis. Esta es la realidad. Desde hace lustros encuentras en los medios de comunicación, hablando con las personas, mil razones y mil motivos y mil soluciones. Mil soluciones que entre todos se dan, mil causas de esta situación, y, mil posibles soluciones.
Evidentemente, no sé como individuo concreto la solución y la respuesta. Pero creo que una, una que sería muy esencial y muy importante, es que el clero religioso consagrado, tanto de tipo secular o de tipo religioso, fuesen más santos y más santas. Más santos y santas que potencialmente pudiesen terminar en los altares, ciertamente es un don de Dios, pero ese don de Dios, también se le pide a Dios –porque ya decía Juan de Yepes o Juan de la Cruz, que un pájaro n vuela, tanto si está atado a una cadena de oro muy fina o una cadena de hierro muy grande-. Creo que esta es la solución radical y de raíz y definitiva y real. A eso, pongan el resto de soluciones que quieran…
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(07 marzo-20 abril 2025 cr).
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