Si los lectores quieren disfrutar de veras y aprender las esencias del mejor periodismo dictadas por alguien que lo ama de verdad, deben leer y hacerse sin falta con este libro editado magistralmente por “Ondina Ediciones”, que todo hay que decirlo.
Con María Antonia García de León tengo un hermanamiento común, los dos somos “dos existencialistas sumergidos en un baño de cristianismo”. Ella desde joven ha elegido la poesía y yo el teatro, que como saben está muy hermanado también con la poesía, pues a veces hasta se trata de poesía dialogada. Algunos insignes dramaturgos han sido a la vez poetas, en mi caso particular - es un don que no ha querido darme el cielo, - pero lo que sí me ha dado sin embargo ha sido la fortuna de gozar de la amistad de la autora de “Desde mi torre de adobe”.
El prólogo de este libro al que me refiero lo ha escrito Emiliano García-Page, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, al que también admiro por su coraje para hacer crítica de los errores cometidos por su propio partido, y ya saben, “la Verdad os hará libres”, es una frase famosa exclamada por un hombre que antes de serlo era Dios.
Pero volviendo a la autora de “Desde mi torre de adobe”, es de señalar que en algunos momentos quizá se sintiese inferior (no sé en qué) a alguno de nosotros, pero soy testigo fiel de que ha acabado arrasándonos en esta carrera por la gloria efímera que es la fama; y que a veces cuesta lograrla, sangre, sudor y lágrimas.
A la autora de “Desde mi torre de adobe”, ensayo dedicado al periodismo, le caracterizan dos cosas: La primera, el compañero que la acompaña desde los quince años, y sin el cual muy posiblemente no hubiera podido hacer cuanto ha hecho; y la segunda la tenacidad de hierro que la caracteriza, su pasión indestructible por escribir. Sí, es la dama de hierro de las letras actuales, la Margaret Thatcher de las letras hispanas.
Dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Bien, pues hay que añadir que detrás de una gran mujer hay siempre un gran hombre. En su caso está bien claro y en el mío también, solo que no quiero dar los nombres pues sé por experiencia que con harta frecuencia darlos les suele incomodar.
María Antonia García de León es un sol incandescente que nos ilumina y nos calienta a todos con su poesía, su prosa y su periodismo. Un sol que ha sido creciendo desde que la conozco, y en esa ignición nuclear a veces, por serlo, no ha sido fácil de tratar; pero estoy muy seguro que merece el premio nobel de las letras, y en esto soy reiterativo, como me definía mi amigo Antonio Buero Vallejo.
Nada más que decirles, queridos lectores y lectoras. Háganse con “Desde mi torre de adobe”, ensayo de María Antonia García de León, editado por “Ondina Ediciones”, y tendrán ocasión de aprender muchas cosas, a la vez que disfrutar horrores leyendo el libro.