Uno de sus trabajos más importantes fue la intervención en las iglesias de San Martín y Santa María. La sexta novela histórica de José Antonio, un escritor prolífico con más de 200 libros publicados, es una nueva incursión en el fascinante mundo de la narrativa histórica. Con su vasta experiencia y habilidad para crear tramas envolventes, José Antonio continúa explorando momentos clave del pasado, combinando hechos históricos con personajes complejos y escenarios vibrantes. Su estilo único, caracterizado por la precisión en los detalles y la profundidad emocional, ofrece a los lectores una experiencia inmersiva en las épocas que narra, manteniéndose fiel a su enfoque prolífico y comprometido con el género.
Sancho de Cabrera, al igual que otros arquitectos de su tiempo, fue capaz de integrar las influencias clásicas con las necesidades espirituales y sociales de la época. Su capacidad para utilizar los materiales locales y combinar las tradiciones arquitectónicas con las innovaciones del Renacimiento lo convirtió en un referente en la construcción de templos y edificaciones religiosas, no solo en Trujillo, sino también en tierras cercanas. Las iglesias parroquiales de Garciaz, de Guareña, de Saucedilla, de Santiago de Don Benito, y de Orellana la Nueva fueron otras tantas huellas de su maestría. Cada templo, único y propio, llevaba consigo los ecos de su alma. Y no solo en las iglesias dejó su huella, sino también en el puente de Ramacastañas, una obra que unía dos orillas, dos mundos, con su inquebrantable presencia. Los hombres que cruzaban aquel puente sintieron la seguridad de un paso firme, de una obra construida con la mente de un sabio constructor.
A través de su trabajo, Sancho de Cabrera dejó un legado de belleza y funcionalidad, cuyas estructuras continúan siendo testigos de su genio y su devoción por el Arte.