Siete cofradías cántabras estuvieron presentes en el X Gran Capítulo de la Cofradía de Amigos de las Fabes del Principado de Asturias. Ellas fueron la del Pimiento y el Tomate de Ampuero, la del Bonito del Norte de Colindres, la Nécora de Noja, la Anchoa de Santoña, Cocidos de Cantabria, Queso de Cantabria y Orujo de Liébana, de Potes.
En la carta de hermanamiento se reflejó que “ vivimos tiempos en que las apropiaciones culturales son muchas y las cocinas dominantes y mediáticas se apropian de las populares y tradicionales bajo el disfraz de intercambio cultural, y las convierten en suyas, la mayoría de las veces desvirtuándolas, sin reconocimiento para las tradicionales”. Por ello nacieron las cofradías enogastronómicas “con el propósito de preservar, proteger, divulgar y gozar de ellas y de sus productos en los lugares donde se obtienen y elaboran”.
Los firmantes del manifiesto se comprometieron a intercambiar experiencias y favorecer cuantas iniciativas puedan favorecer “nuestros fogones y paladares”.
Gabriel Argumosa, Gran Maestre de la Cofradía de los Cocidos de Cantabria, dejó claro que Cantabria y Asturias ”han mantenido muchas cosas en común, entre ellas la gastronomía” y que las alubias son las protagonistas de la mayoría de los cocidos, de los que hay una veintena de guisos en Cantabria. Calificó al cocido como “un plato de componente emocional”.
Gabriel Argumosa y Ramón Villa, Cofrade Presidente de los Amigos de las Fabes, se intercambiaron regalos de los Ayuntamiento de Torrelavega y Villaviciosa.
El Gran Capítulo se abrió con la mesa redonda “¿Asturias sin Fabes?” en la que se abordó la situación del producto estrella gastronómico asturiano, que no pasa por el mejor momento, sobre todo en la producción, especialmente por la climatología de estos últimos años.
En la jornada no faltó el desfile de todas las cofradías con sus trajes de ceremonia por las calles de la villa acompañadas de la banda de gaitas de Villaviciosa.
El acto este año fue en memoria de quien fuera socio fundador de la cofradía asturiana, Ismael Fernández Ramírez, recientemente fallecido. Se nombraron Cofrades de Mérito al experto en vinos Javier Gracia Leria, al catedrático y escritor Juan Luis Suárez Granda (autor de Oda a la Fabada) y a Casan Menédez, de Aguilas (Murcia) por la continua promoción de la cocina tradicional asturiana en tierras murciana.
Como Cofrade de Honor se distinguió a Paula Álvarez González, hasta hace poco gerente del Consejo Regulador IGP Faba Asturiana, mientras que la Faba de Oro recayó en la Fundación Grande Cobián por sus trabajos de investigación, difusión, becas y ayudas en los campos de la nutrición y de la salud.
Javier Hernánz, embajador y pregonero, igualmente fue nombrado Cofrade de Honor y Embajador, y se dió la Faba de Azabache al establecimiento ganador de esta edición de La Mejor Fabada del Mundo que fue Casa Moran en Aller.