En España, Tip y Coll alcanzaron un buen nivel, algunos de sus textos son extraordinarios, pero están siendo superados por un grupo de magistrados que, con sus resoluciones, sentencias, providencias, autos o declaraciones están alcanzando la cumbre del surrealismo. Han aprendido bien que, al margen de lo que escriban, los cómicos necesitan actuar manteniendo el rostro impasible. La única diferencia de los nuevos surrealistas respecto a los viejos es que estos además de hacer reír también hacen llorar.
En las actuaciones de los hermanos Marx casi nada es lo que parece, como nos demostró Harpo que hacía de mudo sin serlo y jamás habló en público . En Sopa de Ganso ha pasado a la historia la escena en la que Groucho recién elegido presidente de Freedonia le dice a su financiadora, la señora Tearsdale-Margaret Dumond- : ¿ a quién va a creer señora a sus propios ojos o a lo que yo le diga ¿.Solo que quien plantea el dilema no es Groucho sino Chico disfrazado de Groucho . Idéntica pregunta nos planteó recientemente uno de sus seguidores, juez de profesión, que imputó a Juan José Güemes, ejecutivo del Instituto de Empresa, porque en su declaración aseguró que Begoña Gómez no había sido contratada para dirigir el África Center por ser la esposa del presidente del gobierno, en contradicción con lo declarado por otra ejecutiva del Instituto , que aseguró que el parentesco fue determinante en la contratación ;solo que al visionar la declaración, esta jamás afirmó eso . Nos obliga así a creer lo que yo le diga y a no hacer caso de nuestros propios ojos.
No menos marxista es la situación provocada por una citación ,sin motivar, del mismo juez a una antigua asesora de la Moncloa ,por lo que las acusaciones populares han preferido optar por lo que ven sus ojos y han pedido que la argumente por temor a que sea invalidada. Va tan rápido hacia ninguna parte, siguiendo la práctica marxista, que nos recuerda a otra famosa escena de Los Hermanos Marx en el Oeste en la que Groucho pide a sus hermanos: más madera esto es la guerra para que echen al fogón del tren en el que huyen, todo lo que puedan arramplar ,solo que, otra vez ,lo de la guerra es un invento del traductor al español . En el original pide timber, timber : madera, madera.
Los asuntos legales les encantaban a los hermanos Marx, como a tantos judíos que por eso destacan como juristas . Aprovechan cada ocasión , especialmente Groucho, para hacer largas, confusas y contradictorias parrafadas para reírse de abogados y jueces .En Una Noche en Casablanca, Groucho y Chico discuten sobre un contrato: la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. Parecía un contrato sencillo lo que Groucho lo arregló con una propuesta aún más sencilla : ¿ Qué tal si cambiamos a la parte contratante de la primera parte por otra parte?
Tanta sencillez le debió parecer vulgar al juez que investiga a Víctor de Aldama cuando explica lo que significan las acusaciones de este sin aportar pruebas: Aspira seguramente a obtener alguna clase de beneficio penológico vinculado a la eventual aplicación de la circunstancia atenuante analógica de confesión, marcando un nuevo hito en la literatura jurídica marxista.
También es un buen marxista el juez del caso Errejón, preguntando atropelladamente a la víctima de una posible agresión sexual, cuanto tiempo le había estado tocando las tetas .Otros jueces persiguen a los marxistas , como el que quiere investigar al humorista Héctor Valle-Ququé- por proponer satíricamente volar el Valle de los Caídos.
Una de las frases más famosas de Groucho Marx posiblemente ni siquiera sea suya: Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros, pero los magistrados marxistas la aplican asiduamente. El Juez del supremo que se opuso a que Mariano Rajoy fuera a declarar en el caso Gürtel porque podría afectar a su imagen pública , obliga ahora al fiscal general del Estado a hacerlo porque prima la libertad de prensa . También propuso investigar a este por desvelación de secretos en una nota de prensa, pero cuando la sala del supremo señaló que esas informaciones ya no eran secretas, sacó de la chistera sus otros principios y decidió investigar la filtración de los datos del novio de Ayuso a pesar de que ya eran conocidos. Quizás el fiscal general del estado debería contestarle: no puedo decir que no estoy en desacuerdo .
Los verdaderos marxistas -fraccion Groucho- estamos en peligro: o nos persiguen los nuestros por desviacionistas-- o los contrarios por ortodoxos.
Si (
No(
