Incluso el mejor profesional necesita que los contrayentes colaboren y estén de acuerdo en el tipo de fotos a tomar para poder sacar el mayor partido de ese momento mágico.
Fotografía durante el evento: el "posado no posado"
En nuestra boda vamos a ser modelos durante cada minuto del día. Aunque estas fotos puedan captar momentos espontáneos, hay ciertos factores en cuanto a nuestra postura que debemos tener en cuenta durante toda la boda para asegurarnos unas buenas imágenes.
El principal es la actitud: que se nos vea felices depende mucho del estado de ánimo que tengamos y de lo dispuestos que estemos a tener una cámara siempre delante. Con una actitud positiva y de complicidad con el fotógrafo para bodas, sonreiremos más y conseguiremos que nuestras fotos sean un gran recuerdo.
La postura también es un elemento a tener en cuenta en este tipo de sesiones. Intentar mantenernos erguidos con los hombros hacia atrás y la cabeza alta ayudará al fotógrafo a capturar nuestro mejor perfil. De esta forma, evitaremos fotos en las que se nos vea encorvados o con papada, sin que el profesional tenga que buscar ángulos imposibles.
Poses clásicas o genuinas pero perfectas
Las fotos de pareja son el momento perfecto para sacar nuestras mejores poses. Ya hallamos elegido unas fotos más clásicas u otras atrevidas, hay algunos trucos que siempre funcionan para conseguir el mejor resultado:
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Miradas de complicidad: buscar los ojos del otro siempre genera ese punto cómplice entre dos personas que las pone en sintonía, incluso aunque no aparezcan juntas en la foto. Además, nos quitará la vergüenza de tener que mirar a cámara.
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Contacto y cercanía: el contacto es otra clave para unas fotos románticas. Enlazar las manos, hacer el gesto de acariciar la cara de nuestra pareja o juntar nuestras frentes no solo tiene como resultado unos retratos preciosos, sino también unas fotos de detalle inolvidables.
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Soledad compartida: las fotos en solitario también son un precioso recuerdo, sobre todo si se toman durante la preparación del vestuario y los detalles. Aunque nos sintamos como modelos de un catálogo, no debemos olvidar que es nuestra boda y queremos parecer felices, por lo que posar con un gesto demasiado serio nos puede jugar una mala pasada.
Seguir los consejos de fotógrafo para bodas siempre es la mejor opción
Pero sea como sea el tipo de fotos que elijamos, siempre es esencial confiar en el fotógrafo para bodas que hayamos elegido. Un profesional con experiencia sabe los mejores trucos y nos guiará sabiamente para que nuestras poses resulten naturales.
Ir con una idea preconcebida de lo que debemos hacer puede dejarnos una mala experiencia, mientras que estar abiertos a las sugerencias del fotógrafo hará que la magia del momento quede plasmada en cada imagen.
(CN-04)