El Alcázar, sede y símbolo de la presencia regia, por Luis Manuel de Prada Hernández-Olivares; El Real Convento de Santo Tomás de Ávila. Fundación y Fundadores, por Juan Antonio Sánchez Hernández, y Arte abulense en la época de Isabel la Católica, origen de una etapa de esplendor, por David Sánchez Sánchez.
Raúl Baz Terrón, ex Gran Maestre del Capítulo de Nobles Caballeros y Damas de la Reina Isabel la Católica, escribe la presentación del libro
Ávila, además de alumbrar la vida de la protagonista de esta monografía, influyó y mucho en la idiosincrasia de la Reina Isabel de Trastámara y la convirtió en la reina Isabel I de Castilla, la Reina Católica.
Castilla, señala Baz Terrón impregnó de su recio carácter, la personalidad de la reina Isabel, modelándolo a través de las difíciles condiciones que ofrecía el entorno en que se desarrollaron sus primeros años de vida para esta apasionante mujer, a la que el destino tenía guardado la más grande y honrosa de las tareas como la historia se ha encargado de transmitir, al forjar -tras el descubrimiento y evangelización de todo un continente y protagonizar el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna- los cimientos de un imperio jamás conocido.