Aquellos que estén pensando en adquirir una vivienda o que ya cuentan con una hipoteca, encontrarán interesante este artículo en el que se explican algunos conceptos claves y la repercusión de la subida de los tipos de interés en los bolsillos de los ciudadanos.
Aunque, en un principio pueda parecer un vocablo solo entendible para expertos de altas finanzas, los tipos de interés son un concepto que hay que tener claro para la dinámica financiera privada y particular de las familias. Al igual que la compra de un bien o cualquier servicio, el dinero también tiene un precio, que viene indicado por el tipo de interés que se paga por pedirlo prestado, siendo los más fáciles de identificar aquellos que se refieren a las hipotecas y préstamos. En este sentido, cuando se firma una hipoteca, el precio de ese préstamo vendrá definido por el tipo de interés; cuanto más elevado sea, más caro resulta y mayor será la cantidad a devolver cada mes en las cuotas de vencimiento o más amplio el periodo para su liquidación.
Tanto aquellos que cuentan ya con una hipoteca, y temen que esta suba su mensualidad, como todos los que están pensando en solicitar una, deben permanecer muy atentos a los movimientos de la banca y a las fluctuaciones que se producen en el precio del dinero.
Cómo afectan las variaciones en los tipos de interés en la economía doméstica
Es muy importante, para la salud financiera particular, conocer cómo las subidas de los tipos de interés se reflejan directamente en las economías de las familias. Estos son sus efectos inmediatos.
Encarecimiento de los préstamos
La consecuencia más evidente de la subida de tipos de interés y que más afecta a la economía privada es el encarecimiento de los préstamos e hipotecas. En este sentido, a los ciudadanos les tocará pagar más por recibir la misma cantidad de dinero, y aquellos que ya cuentan con una hipoteca de interés variable, verán cómo sus cuotas mensuales aumentan.
Moderación de la inflación
La principal razón por la que se sube este valor financiero es para el control de la inflación. El encarecimiento de los préstamos conlleva que los bancos pongan mayores dificultades a la hora de acceder al crédito, lo que desincentiva el consumo y hace que mejore la inflación. Una de las consecuencias directa para quienes quieren pedir un préstamo es que los bancos les pondrán más exigencias, por lo que muchos ciudadanos no podrán cumplirlas ni llevar a cabo sus proyectos.
Bajada en la creación de empleos
La subida de los intereses pretende regularizar la economía, pero suele provocar una desaceleración del crecimiento. Si la economía no crece y el acceso al crédito está restringido, lo habitual es que se produzca una bajada en la creación de empleos y aumente el número de parados.
Ahorradores, los principales beneficiados
No todo van a ser malas noticias. Los grandes beneficiados serán los ahorradores. Tanto los depósitos, como las letras, bonos, entre otros, obtendrán rentabilidades mayores por la subida de los tipos de interés. Es uno de los efectos lógicos, ya que al tener capital depositado y subir los intereses, la rentabilidad también aumenta. En general, las perspectivas para los ahorradores cambian a mejor, a diferencia de lo que ocurre con las personas endeudadas.
Conclusión
En definitiva y de forma general, se pueden sacar las siguientes conclusiones de las subidas de interés en la economía particular. Por un lado, los tipos de interés más altos frenan la inflación, este es su principal objetivo, es decir, reducir la velocidad y cantidad en relación a la subida de los precios. Esto no significa que bajen, sino que no escalarán al mismo ritmo, tanto como cabría esperar si no se actuase. Por otro lado, cabe destacar que, si se frena la inflación, se encarece el crédito y, como consecuencia, se frena el consumo, por lo que se produce un receso en la economía.
Como se ha podido leer en este artículo, los ciudadanos más perjudicados son los endeudados, a los que les costará más llegar a fin de mes por la subida de sus cuotas de las obligaciones contraídas con las entidades bancarias, o aquellos que quieren acceder al dinero, pues tendrán muchas más dificultades para que los créditos sean concedidos. Por último, los grandes beneficiados serán los ahorradores, que obtendrán una rentabilidad mayor por el depósito de sus ahorros.
Redactor: Israel Guerra
(CN-15)