En Murieras se le conoce como San Vicente EL Morcillón y, como no podía ser de otra forma, la morcilla será degustada por los vecinos. El viernes se pronunciará el pregón y habrá una degustación de morcilla. Al día siguiente habrá concurso de tortillas y la tarde reparto de sobaos con chocolate. Y el domingo, festival folclórico y comida popular.
En San Vicente de la Barquera las fiestas se van a desarrollar a lo largo del sábado y domingo. La jornada del sábado tendrá lugar un concurso de ollas ferroviarias y de marmita marinera, y el domingo degustación de patatas con chorizo y una competición de arrastre vacuno en las inmediaciones de la playa del Merón.
Los vecinos de San Vicente del Monte, localidad del municipio de Valdáliga, festejarán igualmente, a su patrón. El sábado se anuncia verbena y manifestaciones folclóricas en el Centro Cultural.
El lunes habrá misa mayor y baile de picayos por la juventud del lugar. La misa mayor será concelebrada por varios sacerdotes. Al finalizar los oficios religiosos, la imagen del santo patrón será sacada en andas ante la plaza situada frente a la iglesia para que los mozos y mozas montiegas, como es tradición, bailen los picayos.
Vendrá, después, la diversión por los bares y casas de la localidad, donde se agasaja a los muchos invitados, mientras no dejan de sonar las canciones montañesas.
Por la tarde, volverá a haber manifestaciones folclóricas en el centro cultural, para dar paso a la romería.
En Ceceñas, pueblo del ayuntamiento de Medio Cudeyo, el patrón tiene el sobrenombre de “El Morcillero”. El programa anuncia para el sábado reparto de bocadillos de lomo y queso antes de la actuación del grupo Recuerdos. El domingo concurso de ollas ferroviarias y el tradicional reparto de chorizo y morcilla.
Vicente, nació en el seno de una familia consular de Huesca. Clérigo hispanorromano, que fue martirizado por negarse a entregar los libros sagrados que estaban bajo su custodia. Se le martirizó con garfios de hierro y poniéndole sobre unas parrillas al rojo vivo, sin conseguir quebrar su fortaleza.
Más tarde fue encerrado en una mazmorra, que según describió Prudencio era “un lugar más negro que las mismas tinieblas”. Su ejemplo convirtió a su propio carcelero. La muerte le llegó como consecuencia de las heridas.
Su culto se propagó con rapidez, siendo en África San Agustín su principal vocero. Sus reliquias se reparten por Lisboa, París, Castres y otras ciudades.
Roma le dedica tres iglesias.