Innumerables historias y anécdotas me unen a esta consulta y a mi comuna, en donde he residido desde que nací.
Como dicen mis hijos: "Papá cuando salgo contigo te demoras mucho, te encuentras con tantos conocidos y te quedas conversando caleta de rato".
He “sobrevivido” a muchos alcaldes y nunca he sentido un real apoyo según mi visión de la salud -sólo un atisbo de colaboración a inicios de los ´90 en materia de salud escolar y que duró sólo un año- independiente del signo político (aunque en estos días eso importa poco, hoy manda el signo pesos).
Pero rescato lo agradable.
Esa retroalimentación que significa cómo con el correr de los años mis antiguos pacientitos regresan convertidos en madres y padres, confiándome el apoyo en la crianza de esos nuevos bebés. Es más, en mi estadística san miguelina ya voy sobre los 430 pacientes de segunda generación y 15 de tercera.
Ha sido un agrado comprobar que después de 41 años sigo terminando cada tarde con la misma predisposición que aquel 2 de noviembre de 1982.
Gracias por permitírmelo.