Ricardo Pons, un catalán que ejerció muchos años como director de la empresa Textil Santanderina, a su jubilación se empeñó en la creación del museo textil para que las generaciones más jóvenes pudiesen conocer el trabajo que hay detrás de cada prenda de vestir. Reunió una gran variedad de materias primas y, durante muchos meses, escribió a amigos en todo el mundo pidiéndoles algo para aportar al museo. Hoy se puede ver en él todo el proceso de fabricación de las prendas, desde las materias primas a los hilados, tejidos, estampados, tintes, acabados y confección. El museo es también transmisor de un mensaje de respeto al medio ambiente pues muestra las actuales políticas verdes de Textil Santanderina: planta depuradora, utilización de tintes ecológicos, prendas hechas con plásticos reciclados del fondo de los océanos…
En la placa descubierta consta, junto con el nombre de D. Ricardo Pons Vallés-Franch Aymerich, la fecha de inauguración del museo, 23 de noviembre del 2013, día en que además Pons fue nombrado Hijo Adoptivo de Cabezón de la Sal y que, con gran emoción, al recibir el nombramiento, dijo: “ hoy he sido adoptado por segunda vez pues a la edad de 7 años perdí a mis padres”.
Víctor Reinoso puso de relieve la deuda que Cabezón de la Sal tenía con él por el empeño y trabajo realizado, respondiendo el creador del museo que el mérito estaba compartido con la empresa Textil Santanderina, el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal, los donantes generosos que han aportado piezas al museo y todos los operarios que colaboraron en su realización.