Con tres actores en el escenario, escrita y dirigida por Cari Antón, y con Amanda Mora en el papel de Lina Morgan, el actor Jesús Manuel Ruiz en los papeles de Hipólito y Peter, y la vedette valenciana Ana Torres en su papel de Marian, se opera el milagro.
No hace mucho un espectador invidente replicó a la actriz principal con emoción en sus manos y en sus ojos, al finalizar la función de noche: “Hoy he vuelto a ver a Lina Morgan”.
Comedia de enredo inocente y sencilla; revista, color, música, baile, magia, risas y al final alguna que otra lagrima, “Gracias por venir” une la más alta eficacia teatral con la escasez de medios, en una expresión corporal y gestual sublime que nos hace ver de nuevo a la inolvidable e inefable cómica madrileña nuevamente sobre el escenario.
Algo impresionante, sobrecogedor y amable a la vez, una tarde - noche inolvidable para este curtido comentarista de medios difícil de olvidar.
En “Gracias por venir” la música, el título, y la bondad de la mujer de la pierna quebrada y los ojos saltones e inocentes, cuya desaparición en el Hospital de la Beata Ana María lloramos todos sus admiradores, volvemos a admirarla y a aplaudirla en esta comedia amable y acertada, sobre todo cuando al final la volvemos a ver sobre una pantalla recibiendo la más altas distinciones patrias de manos de los ministros y del rey de España.
No se la pierdan, disfrutarán, reirán y se emocionarán de nuevo recordando a la inolvidable y entrañable Lina.
Una noche perfecta en los aledaños de la Gran Vía madrileña, profusamente iluminada y llena de un público variopinto en vísperas ya de la navidad.