Ha sido más de una decena de cuadros flamencos, los que Matías Díaz Padrón (El Hierro. Canarias, 1935) ha descubierto y atribuido su autoría correspondiente, lo que le ha valido el reconocimiento científico e institucional en Bélgica y Países Bajos, no así tanto en España, que bien merecería un reconocimiento de académico y la Medalla de Oro a las Bellas Artes. Los galardones que el profesor Díaz Padrón ha recibido en España son en su mayoría de instituciones culturales y científicas privadas.
Investigador nato de archivos y legados testamentarios, en ellos rastrea la trayectoria de los cuadros a través de los distintos coleccionistas que lo han tenido en su poder, Días Padrón es siempre riguroso y con pruebas a la hora de calificar la autoría de una pintura, así como su pasado por distintos ámbitos y propietarios. Su olfato pictórico no le ha fallado nunca, en medio de alguna que otra negativa o silencio por parte de algún colega, que finalmente se ha dirimido en favor de la tesis del profesor canario.
“Armida y Rinaldo” es una historia que proviene de la obra de Torquato Tasso (Italia, 1544-1595) “Jerusalén liberada”. Él es un guerrero de la época de las cruzadas y en un momento de descanso lo descubre la hechicera Armida, que está dispuesto a matarlo por ser su enemigo. Pero se enamora de él y se lo lleva consigo a una isla encantada. Dos guerreros acuden en su busca y le hacen ver su improductiva ociosidad, por lo que él reacciona y se marcha con ellos”.
El tema de Armida y Rinaldo ha sido representado también por otros pintores como Tiépolo.
Gaspar de Crayer fue un pintor barroco del tiempo de los gobernadores de los Países Bajos Españoles, donde contribuyó a la expansión del estilo de Rubens. El descubrimiento del profesor Díaz Padrón aumenta el repertorio