Nos trajo nuevas palabras que agregamos a nuestro vocabulario: pandemia, confinamiento, cuarentena, letalidad, respirador, intubación, contagio, vacunas, anticuerpos, etc. Un sinnúmero de términos que nos acostumbramos a escuchar y usar en nuestro diario vivir.
También, como suele ocurrir, afloró lo mejor y lo peor del ser humano. Gestos solidarios, entrega y compromiso; contrapuestos a mezquindades, mentiras y aprovechamiento. El cara y sello de la vida. El todo o nada del amor.
Pero por sobre todo, siento que más allá de lo importante que trajo el 2020, fue lo que se llevó. En lo personal, a un querido primo y a un recordado colega.
Vete año infame. Te habíamos recibido con optimismo… y nos marcaste con tu tinta de muerte.