Los dos líderes afirmaron que Corea del Norte representa una grave y creciente amenaza directa para Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, así como para la mayoría de los países", señaló la Casa Blanca, refiriéndose a la conferencia telefónica, en la que ambos dirigentes se congratularon por las amplias medidas adoptadas.
"Los líderes se comprometieron a implementar en su totalidad todas las resoluciones relevantes y a urgir a la comunidad internacional a hacer lo propio".
En un intento por presionar a Corea del Norte para que abandone su programa de misiles nucleares, los 15 miembros del Consejo votaron por unanimidad una prohibición parcial de las exportaciones norcoreanas, una medida destinada a recortar los ingresos externos de Pyongyang en un tercio.
Trump saludó la decisión y agradeció a Rusia y China por apoyar una medida que bien podrían haber vetado.
El domingo, después de su llamada a Moon, el presidente estadounidense reiteró en Twitter que está "muy feliz por la votación 15-0 de Naciones Unidas sobre las sanciones a Corea del Norte".
Estados Unidos había comenzado hace un mes a negociar con China una resolución contra el gobierno norcoreano, después de que Pyongyang lanzara su primer misil balístico intercontinental el 4 de julio, seguido de una segunda prueba el 28 de julio.
Pero la medida no contempla recortes en las entregas de petróleo, lo que habría significado un severo golpe a la economía de Corea del Norte.
China representa el 90% del comercio de Corea del Norte, y la actitud de Pekín hacia su vecino será crucial para el éxito o fracaso del nuevo régimen de sanciones.