El escrito, sugiere la posibilidad de penalizar la entrada o la estadía ilegal de esos inmigrantes en la UE y de imponer sanciones a empresarios que empleen a personas que hayan entrado ilegalmente en países miembros del bloque comunitario, citó DPA.
El texto fue elaborado por Malta, país que preside la UE en el presente semestre, en coordinación con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para preparar la cumbre europea que se celebrará el 3 de febrero en la isla mediterránea, donde la migración será uno de los principales temas de debate.
El documento también señala la posibilidad de que la UE investigue la posibilidad de suavizar las normas de protección a migrantes previstas en el derecho internacional.
El principio de "Non Refoulement" (no devolución) prohíbe la repatriación de solicitantes de asilo o refugiados a países donde su libertad o vida corra peligro debido a su identidad étnica o religiosa, su nacionalidad, sus convicciones políticas o su pertenencia a un determinado grupo social.
Al respecto, el documento que estudiarán los embajadores de la UE propone que la Comisión Europea evalúe la posibilidad de interpretar el principio de "Non Refoulement" de tal forma que tome más en cuenta las "condiciones en situaciones de crisis".
En 2015, cuando la crisis de los refugiados alcanzó su clímax, llegaron a Europa más de un millón de migrantes. Desde entonces, Alemania, Austria, Dinamarca, Suecia y Noruega establecieron controles en sus fronteras. La Comisión Europea recomendó hoy a los países miembros que autoricen a los cinco socios a prolongar esos controles por otros tres meses, al menos hasta mayo.
Sin embargo, el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, advirtió que los controles fronterizos "no pueden continuar eternamente" y que es necesario restablecer cuanto antes la libertad de movimiento en el denominado espacio Schengen.