El Ministerio de Defensa de Rusia descartó una explosión como causa del siniestro del Tupolev Tu-154, que cayó el 25 de diciembre al Mar Negro con 92 personas a bordo.
Ni en las víctimas ni en los restos de fuselaje se han encontrados rastros de explosivo, dijo hoy en Moscú el director de la seguridad aérea militar, Serguei Bainetov, reseñó DPA.
Eso no descarta del todo un ataque, por ejemplo, por sabotaje, pero hay otros motivos que podrían ser más probables, dijo el teniente general, según las agencias de noticias rusas.
El análisis exacto de la caja negra y otras pruebas estará dentro de un mes.
El aparato del Ministerio de Defensa cayó ante la costa de Sochi el domingo, cuando se dirigía a Siria. Gran parte del pasaje eran cantantes y bailarines del Coro del Ejército.
Desde el domingo se han recuperado 19 cadáveres y unos 230 restos del fuselaje, dijo el ministro de Transporte Maxim Sokolov. La operación de búsqueda prosigue con una dotación menor.
Poco después del despegue del aeropuerto de Adler, en Sochi, se registró una "situación técnica excepcional", dijo Sokolov. "Todo el vuelo apenas duró unos 70 segundos, y la máxima altura a la que se llegó, según los datos de vuelo de los disponemos, fue de unos 250 metros", explicó Bainetov.
Fuentes no oficiales señalaron que se podrían haber dado problemas técnicos y errores de manejo, según informó la agencia de noticias Interfax.