El escándalo, que la prensa india bautizó ‘Call Details Records (CDR) Leaks’, estalló a principios de julio, cuando la policía criminal detuvo a varios oficiales corruptos de la policía de Nueva Dehli por robar y vender más de 4000 ficheros que detallaban conversaciones telefónicas. Según la policía, las víctimas de las filtraciones fueron muchos políticos y personalidades de la India, así como ciudadanos extranjeros, incluidos diplomáticos.
Además de depurar sus propias filas, la policía criminal investigó las compañías que podían haber intervenido en la comercialización de los datos personales robados. El grupo BLS Management Solutions Pvt. Ltd. ocupaba entre ellas un lugar especial. La policía detuvo a cuatro de sus empleados, implicados en la difusión de los CDR Leaks. Otros tres altos directivos de la empresa, encargados de la actividad comercial del grupo de empresas, se dieron a la fuga y están bajo orden de búsqueda y captura internacional.
Fueron efectuados registros e incautados documentos en la sede del grupo en Nueva Dheli, en Barakhamba Road 21, la misma dirección que aparece en la web oficial de la compañía BLS International Services Ltd., que deberá firmar el contrato para atender a los extranjeros que soliciten visados españoles. La página web indica, que la oficina en Barakhamba Road se encarga de la “coordinación y control de los proyectos de ´outsurcing´ en la India y el mundo”.
La decisión de las autoridades españolas de otorgar a esta compañía el servicio de recepción y procesamiento de las solicitudes de visado español coincidió con las filtraciones en la prensa india de que el Ministerio de Exteriores de la India, el principal cliente público de BLS, rescindirá próximamente los contratos similares que actualmente tiene con el grupo.
La implicación en el escándalo de corrupción, indica el diario ‘India Today’, afecta la reputación de la diplomacia del país.
Actualmente BLS gestiona los centros de visados de la India en 16 países del mundo, incluida España con oficinas en Madrid y Barcelona. Tampoco faltan críticas de cómo el grupo gestiona los visados. En 2014, debido a las numerosas quejas, BLS International Services perdió la gestión de los centros de visados de la India en América del Norte. "Los servicios de BLS fueron rescindidos debido a su incapacidad de brindar servicios de calidad", explicó el ministro de asuntos consulares de la Embajada de la India en EEUU, N.A. Prasad, en una conferencia de prensa convocada especialmente.
Como resultado, el Ministerio de Exteriores de la India se vio apurado a buscar a un nuevo proveedor para el trámite de visados. No obstante, desde entonces la gestión de los centros de visados operados por BLS no ha mejorado. En Rusia, donde en 2015 fue expedido más de un millón de visados y país que pese a la crisis sigue siendo uno de los mercados más prometedores para la industria turística española, las quejas de los turistas que visitaron la India por el trato en los centros de visados de BLS colman los chats de las páginas de turismo.
En los centros de Moscú y San Petersburgo, dicen, les imponen servicios complementarios con costes adicionales, como la impresión de copias de los documentos necesarios o la venta de certificados médicos a precios elevados. Según denuncian muchos turistas, los empleados de BLS encuentran errores en el 100 por ciento de los cuestionarios presentados y de inmediato ofrecen rellenarlos correctamente a un módico precio. En violación de las leyes rusas, se niegan a emitir facturas y, a diferencia de los centros de visados de los países del grupo Schengen los centros de visados de la India carecen de accesos para minusválidos, de medidas de seguridad en las entradas y hasta de servicio de baños.
Actualmente España utiliza un sistema de recepción de solicitudes de visados basado en una red de más de 150 centros especiales en 49 países del mundo. El precio del contrato de gestión de estos servicios se estima en 175 millones de euros. Pero no será el Gobierno de España quien la pagará. Se supone que la empresa que ofrece el servicio los ganará gracias a las tasas que cobra a los clientes.
"Fuente: www.elmundofinanciero.com".