Guerra se encontró la mañana del jueves con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y le entregó su carta de renuncia, en la que aseguró ser víctima de persecución.
“El Presidente aceptó su renuncia'', dijo el portavoz de Lula, Marcelo Baumbach, al dar a conocer la renuncia de Guerra, quien venía siendo presionada por diferentes sectores de la vida política a dejar el cargo.
“Necesito paz y tranquilidad para defenderme a mí y a mi familia, lo que se hace incompatible con la carga de trabajo que tengo el honor de desempeñar'', , escribió Guerra en la carta dirigida a Lula.
Guerra fue mano derecha de la actual candidata presidencial del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, su antecesora en el cargo, que será ocupado en forma interina por su número dos en la secretaría general, Carlos Eduardo Esteves Lima, hasta que se designe a un sucesor la próxima semana, indicó Baumbach.
La secretaría general se considera el corazón del gobierno por ser el principal responsable de la ejecución de las decisiones emanadas de la presidencia, lo que le da gran poder al titular del cargo.
El opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la Orden de los Abogados de Brasil y la prensa habían reclamado la salida de Guerra para permitir que se investigue el caso a fondo.
La ministra vio complicar su situación el fin de semana cuando la revista Veja publicó que su hijo, Israel Guerra, usó su influencia para que dos compañías aéreas obtuvieran contratos millonarios con la empresa estatal de correos, para lo cual recibió un pago de 5 millones de reales ($2.9 millones).
Aunque la ministra negó la versión, nuevas informaciones de prensa han generado una ola de denuncias en su contra que dificultaron su permanencia en el gobierno.