Cultura

Generación literaria del 27, tan valiosa como la del Siglo de Oro. Monumento en Torremolinos

Crónicas Malagueñas (9).

Fotos: Juana Mari Herce

Julia Sáez-Angulo | Martes 22 de abril de 2025

21ABR25 – BENALMÁDENA – MÁLAGA.- Para Gennevieve Barbe-Coqueline de Lisle, profesora francesa de la Universidad de la Sorbonne, España tuvo dos Siglos de Oro, el XVI y el XVII, aunque algunos estudiosos lo desdoblan en mitad del primero y mitad del segundo.



El poeta Enrique Gracia Trinidad asegura que la Edad de Plata, que comprende a la Generación del 27, poetas y prosistas de los años 30, tiene tanta altura literaria como la de los escritores del Siglo de Oro. Así lo hizo saber recientemente en un magno recital poético en el Ateneo Escurialense.

Si se confirma que la madrileña casa de Vicente Aleixandre, premio Nobel en 1977, llevará el nombre de Generación del 27, como Casa de la Poesía, se afirmará como otro siglo de Oro en las letras españolas. No hay como un marchamo sobre los lugares de memoria para acendrar el recuerdo, la estima y el homenaje.

Pues bien, la malagueña Costa del Sol o, más exactamente la de Torremolinos, levantó en 2021 un monumento en bronce a cuatro intelectuales españoles, pintores, escultores y musa, que pasearon sus cuerpos jóvenes por aquellas playas: Salvador Dalí y su esposa Gala, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. La obra escultórica, con cierta gracia es de JL FilipoC.

Un pintor, representante genial del surrealismo imaginero, con su amante, pionera del topless en la Costa del Sol, y dos buenos poetas como Altolaguirre y Prados.

Más de uno quiere reivindicar la Costa malagueña como cuna de reivindicaciones y libertades sexuales como el topless y las exhibiciones gay. Solo tienen que recordar el llamado “Pasaje Begoña”, una suerte de “isla de libertad en los años 60”, en pleno desarrollismo en España y llegada masiva del turismo. Lugares como Sitges o Ibiza, en el mismo sentido, vendrían después.

El turismo, con todas sus ventajas e inconvenientes arrastra vientos de libertad y liberalidad de las costumbres. Oh témpora, Oh mores! Qué tiempos, qué costumbres, reprochaba Cicerón a Catilina. Algunos turistas se comportan con bárbaros en el Imperio de la civilización, otros aportan novedades y aire fresco. Hay que saber distinguir el polvo de la paja. Esa es la cuestión.

El mar Mediterráneo, el Mare Nostrum, hermoso lago de historia egipcia, cartaginesa, griega, romana, aragonesa… contempla con su calma chicha que encierra profundas pasiones y ambiciones. Una llamada a la evocación y a la cultura, a la sabiduría, pues como dice el verso: Un seul plaisir, la conaissance”. Un solo placer, el conocimiento.