15SABR25 – BENALMÁDENA – (MÁLAGA).- Fue extraño y decepcionante no volver a encontrar donde solía, el ombú del poeta Pablo García Baena, árbol oriundo de América del sur, junto al mar, en el Paseo Marítimo de Benalmádena, al final de la avenida de Las Palmeras. Juana Mari Herce, mi cicerone benalmadense particular, se apresuró a explicármelo: “Lo arrasaron las ráfagas de viento de una borrasca tremenda en diciembre de 2023. El Ayuntamiento dijo que lo repondría, pero todavía no lo ha hecho”.
El ombú dio sombra a los sueños del poeta García Baena durante 30 años. El viento lo venció, antes de terminar su ciclo vital.
Ambas nos acercamos al lugar y allí permanecía excavado el gran alcorque, a la espera de la replantación prometida. Junto al vacío en el suelo, permanece erguido el panel con el poema que Pablo García Baena (1921.1918), poeta español, creador y fundador de la revista y el Grupo Cántico, dedicó al ombú, a cuya sombra soñó muchos días frente al mar. Nacido en Córdoba, el poeta residió muchos años en Benalmádena, 1965-2004, donde trabajó como anticuario y fue declarado hijo adoptivo tras su muerte, a los 94 años.
El poeta inició su trayectoria poética con Rumor oculto (1946), y la culminó con Los Campos Elíseos (2006). Entre otras distinciones destacan la Medalla de Oro de la Ciudad de Córdoba y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1984), Hijo Predilecto de Andalucía (1988), Premio Andalucía de las Letras (1992), Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2008), Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2012), Premio de las Letras Andaluzas Elio Antonio de Nebrija (2015) o doctor honoris causa por las universidades de Salamanca y Córdoba (2017). Ha sido muy admirado por la generación posterior y el poeta Javier Lostalé, lo ha elogiado con frecuencia. El poema aludido dice así:
Ombú
A José Javier Rodríguez Alcaide
Ya es otro verano y otras mañanas claras.
Vengo a verte y mis dedos se van
hasta tu tronco poderoso y sagrado.
Por la cúpula verde de tus hojas
que hace sonora el acunar del viento
la golondrina pasa.
¿Recuerdas? Es un verso ligero de tu amiga
que te llamara sombra,
bella sombra, como los campesinos
de tus dilatadas llanuras natales.
En los días en que los mares, calmos, rezan,
ella viene hasta aquí y se arrodilla.
Te trae ñorbas, su denso
lenguaje como almíbar,
y en sus ojos de ahogada
venillas de coral dibujan
para siempre tu fronda,
bella sombra, ombú de Benalmádena.
Pablo García Baena
Agosto 2016