09FEB25 – MADRID.- Tina Suau se une, con esta su primera novela a la lista de los escritores tangerinos que han utilizado su ciudad como telón de fondo de las más variadas aventuras o para los que la ciudad en si, ha sido la protagonista. Esta obra es el contrapunto a La Vida Perra de Juanita Narboni del escritor maldito Ángel Vázquez.
Vida Soñada frente a Vida Perra son dos relatos muy distintos en una misma ciudad. Francisca Suau Jiménez, Catedrática emérita de lingüística inglesa en la Universidad de Valencia nos ofrece el lado optimista frente a la negra realidad que vive Juanita.
En 1972, una joven -18 años- Sara Jiménez está a punto de regresar a España desde Tánger donde había nacido y pasado su corta vida. Va a un país que solo es suyo por el pasaporte la lengua y la cultura, pero su país, sus raíces son Marruecos y Tánger. Este aspecto autobiográfico se mezcla a partir de ese comienzo con la interesante ficción. Durante esos meses de transición empieza a trabajar en una empresa de exportación de artesanía marroquí de lujo, cuyo misterioso dueño americano, William Brady es el verdadero protagonista de la historia. Brady, que vive en la ciudad desde 1939 le narra a Sara la historia de su vida. Mezcla aventuras personales y descripciones de las costumbres de los habitantes de distintas nacionalidades y religiones que han convivido en ese lugar internacional y apasionante. Algunos de los personajes, como la esposa del protagonista, una torera madrileña y republicana son un hallazgo, hábilmente utilizado por la escritora para su defensa del feminismo y del antifranquismo.
Juanita vive resentida en una ciudad cosmopolita mientras que Sara se encuentra feliz en el mismo lugar, en una ciudad internacional en la que interactúan diariamente gentes de variados países que parecen vivir una vida soñada.
Con el paso de los años Tánger va perdiendo ese carácter internacional a medida que los marroquíes se van haciendo con el control de la misma. Sara y sus padres tienen amigos y compañeros de trabajo marroquíes con los que la relación aguanta, pero el ambiente de la ciudad empeora para los extranjeros con la independencia de Marruecos.
Tánger durante la segunda guerra mundial era una ciudad en la que competían nazis y aliados y el protagonista americano tiene una parte activa en la pelea por la información, en una vertiente de la novela que se convierte en una historia de aventuras. Es también el periodo de la ocupación franquista -1940 a 1945-, bien descrita y creíble por la utilización en la narrativa de personajes reales como el director del recién creado diario local España, Gregorio Corrochano.
El periódico se fundó en el 38 por inspiración del entonces Alto Comisario de España en Marruecos, el inevitable Juan Luis Beigbeder, luego brevemente ministro de Asuntos Exteriores y uno de los principales personajes de la bien conocida obra El tiempo entre costuras de María Dueñas que transcurre entre Tánger y Madrid.
La novela se lee con facilidad, lo que, unido al interés de la trama permite predecir que tendrá una buena aceptación comercial.