07OCT24 – CABEZÓN DE LA SAL (CANTABRIA).- Los antiguos componentes del grupo de danzas Virgen del Campo se reunieron con los danzantes actuales, en una comida de hermandad en el parque San Diego de Cabezón de la Sal (Cantabria), que estuvo marcada por el folclore. Un centenar de personas se dieron cita en el encuentro, que contó con la presencia del alcalde, Óscar López y los concejales Víctor Reinoso y María Jesús García. Las autoridades locales fueron recibidas por el presidente de la agrupación, Andrés Alonso, y por el director, Gabriel Morante.
El folclore marcó el encuentro ya que los asistentes interpretaron todo el repertorio. Hubo algunos danzantes que bailaron, después de llevar 40 años sin hacerlo en el grupo.
El grupo de danzas Virgen del Campo viene desplegando una importante actividad por encontrase celebrando el centenario de su fundación, por la recordada folclorista Matilde de la Torre.
En el mes de agosto, el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal y el Grupo de Danzas Virgen del Campo rindieron un homenaje de reconcomiendo a su labor a los exdirectores de la agrupación folclórica Serafín Portugal y Carlos Arriola, así como al actual Gabriel Morante. Las distinciones fueron entregadas por el alcalde, Óscar López, y el presidente del grupo de danzas, Andrés Alonso, durante la celebración del Festival Folclórico Internacional en el que, además de la agrupación local y de la Coral Voces Cántabras, han intervenido otras procedentes de Murcia, Badajoz, Ucrania y Brasil.
Recientemente ha actuado en otro festival folclórico internacional en Badajoz. En su largo historial registra giras por las provincias españolas y países extranjeros y se recuerda, con particular orgullo, el éxito obtenido en el teatro Albert Hall de Londres en 1931, con su reflejo en el periódico The Times, que decía: “el bramido del bígaro es un terrible son de guerra antigua que sacude la sangre ”.
De su repertorio destacan la Baila de Ibio y los Picayos, pero tiene otros bailes como los Arcos Floridos, El Trepeletré y la jota montañesa. El baile de los Picayos es una manifestación primitiva de arte popular que alcanza fácilmente la Edad Media. Consta que ya en 1425, se cantaban en el Valle de Cabuérniga y en 1517, se bailaron ante Carlos V en la Villa de San Vicente de la Barquera.
La Agrupación Voces Cántabras es posiblemente la más antigua de Cantabria, ya que fue presentada en sociedad el 11 de junio de 1.924 con un concierto que ofreció en el teatro municipal de la villa de la sal, después de que Matilde de la Torre llevara 5 meses preparando la agrupación.
Voces Cántabras desde su fundación atesora un largo y rico historial del que destaca su actuación en el Royal Albert Hall de Londres, en 1.932. Tras su desaparición, en 1.944 el grupo de danzas continuó en solitario su andadura bajo el nombre de Virgen del Campo, patrona de la villa de la sal. En sus orígenes la agrupación contaba con coro y grupo de danzas. Tras la guerra civil solo siguió hasta nuestros días el grupo de baile.
En 1.981 y gracias al entusiasmo de un grupo de antiguos coralistas, Voces Cántabra volvió a los escenarios, en un recordado concierto en el desaparecido Cine Avenida, que fue presentado por Pedro Crespo de Lara, Hijo Predilecto de Cabezón de la Sal.
Cabezón de la Sal recuerda la labor que realizó en la villa Matilde de la Torre (Cabezón de la Sal 1.884- México 1.946) dando su nombre a una calle y al complejo cultural y deportivo. La primera se le dedicó en 1.878 y el recinto que acoge la Casa del Deporte, el IES Valle del Saja y el pabellón polideportivo en el año 1.984.
Varias pancartas instaladas en distintos puntos de Cabezón de la Sal recuerdan el centenario de la creación del grupo Voces Cántabras. Una vez al mes, aprovechando la celebración del mercado de abastos ofrece una muestra de cantos y bailes de la tierra por las calles y plazas de la localidad.