Las cocinas profesionales para restaurantes están pensadas para facilitar la vida a los profesionales, y permitirles realizar varias comidas a la vez.
En este entorno, una de las mejores soluciones es la de hacer la cocina a medida. Por ejemplo, en una estructura de acero se puede colocar una parrilla, una plancha, placas de cocción, quemadores de gas, fuegos de inducción o freidoras, etc. Todo teniendo en cuenta el tamaño de la cocina y sus necesidades particulares.
De esta forma, en solo unos metros, los cocineros y los ayudantes tienen todo lo que necesitan a la hora de elaborar sus platos, sin tener que ir de aquí para allá.
Todos los elementos que se ponen en la misma cocina también se pueden comprar por separado, por lo que cada profesional tiene la posibilidad de adquirir solo lo necesario y montarlo de forma independiente.
Hay freidoras industriales, cocinas de gas, parrillas, salamandras e incluso maquinaria dedicada a la gran producción como las marmitas o las sartenes basculantes automáticas.
La parrilla a la brasa nunca ha pasado de moda, y de todas sus variantes, la parrilla vasca ha adquirido cada vez más fama, por lo que ahora se ofrece para los profesionales. Este tipo de parrilla está construida en acero inoxidable (eso las hace resistentes y fáciles de limpiar) y permite mostrar al cliente cómo se asan los alimentos.
Las parrillas vascas se han diseñado para que la cocción sea eficiente, por lo que hasta tienen un sistema de ventilación forzada que acelera la generación de brasas. Gracias a él, en cinco minutos la parrilla puede estar funcionando a pleno rendimiento.
Por supuesto, trabajan con carbón y leña, lo que consigue aromatizar la comida para darle ese sabor tan especial y delicioso que solo se consigue cocinando a la brasa.
Aquellas cocinas en las que se sirva mucha pasta al día, por ejemplo, en los restaurantes italianos, se beneficiarán de tener un cocedor industrial en sus instalaciones. Este sistema está pensado para la pasta, pero lo cierto es que puede cocer verduras, huevos y arroz con total eficacia.
Los cocedores suelen ser muy potentes, de unos 10 kW, y sus capacidades son amplias, aunque no exageradas. Gracias a este sistema, es posible cocer mucha pasta en un periodo de tiempo muy corto.
Lo bueno es que son muy compactos, por lo que no es necesario ocupar todos los fogones con ollas enormes. Vienen con cestillos en los que se coloca la pasta, y para sacarla y eliminar el agua solo hay que tirar de las asas, que están cruzadas con la idea de que manejar los cestos sea más fácil.
(CN-04)