Desde nuestra infancia y a lo largo de toda la vida la música nos acompaña en momentos tanto buenos como no tan buenos. Canciones complejas o sonidos simples que son el fondo auditivo de nuestras vidas y que poco a poco relacionamos con esas circunstancias más o menos felices. Pero, ¿es posible provocar una asociación entre música y salud mental? La respuesta es sí.
La música es capaz de condicionar nuestras emociones, por lo que tiene sentido incluirla en los tratamientos de salud mental.
Esta posibilidad de producir estímulos a través de la música, generándolos gracias a la evaluación de cómo reacciona el ser humano frente a los estímulos auditivos que recibe, ha permitido descubrir numerosos beneficios de la música en las terapias para la salud mental de las personas. Es por eso que en las décadas pasadas la música ha ido ganando protagonismo en estos tratamientos.
Recurrir a la música para afrontar situaciones adversas es algo que muchos hacemos, consciente o inconscientemente, porque sabemos cuáles son las canciones o sonidos que nos relajan y nos predisponen a eventos que preferiríamos evitar. Cuando hay profesionales que se encargan de ello, se trata de musicoterapia. Y es un tratamiento más común de lo que solemos imaginarnos.
Las ventajas y la importancia de la música en el campo medicinal han sido probadas en infinitas ocasiones, tanto al analizar la voz como la música y los instrumentos musicales propiamente. Sus efectos positivos se han replicado en pacientes de distintas edades, con diferentes diagnósticos mentales, por lo que es una solución que no debería descartarse en ningún caso. Al menos, no de inicio.
Son varias las formas en las que la música puede alterar para bien la estructura mental de los seres humanos, con cambios que mejoren su calidad de vida en el corto plazo. Algunos de los modos en los que se nota el tratamiento con musicoterapia son:
Optimiza las habilidades de coordinación, comprensión y aprendizaje
Fomenta su creatividad y favorece que exprima su mente al máximo
Favorece los recuerdos y el rememorar las experiencias pasadas
Le da herramientas para que pueda abrirse con otra gente
Le da instrumentos para mostrar sus emociones
Todos estos efectos no son inmediatos, evidentemente, pero la musicoterapia por sí sola o junto con otros tipos de terapias pueden acelerar los procesos de recuperación de los pacientes con trastornos mentales. Por eso hay que acudir a una consulta con esos expertos que se dedican a esta materia, como los del centro Orientak. Ellos pueden ayudarte a ti o a ese amigo en problemas.
(CN-04)