En mi calidad de ex alumno, fui testigo de la dedicación a su arte. Lo demostró interpretando variadas piezas musicales de inolvidables compositores del siglo 19. Como muy bien lo destacó: “El siglo 19 fue el siglo de los compositores, y el siglo 20 él de los intérpretes”.
Con su sencillez y simpatía acostumbrada, logró encantar a los asistentes a tan grata reunión cultural. Contestó todas las inquietudes que le fueron manifestadas por la concurrencia; desde su quehacer diario, su afición por cocinar, su sentido del humor, como también relatos acerca de su extenuante preparación de largos años para llegar a ser considerado hoy en Europa el mejor pianista chileno, después de Claudio Arrau.
Ante una pregunta, también dejó entrever su gran incógnita acerca del desarrollo cultural de nuestro país. Expresó: “En Chile hay gente muy culta… pero no sé qué pasa con la cultura. Interrogante que me gustaría dilucidar antes de morir”.
Roberto Scherson no escatima en compartir su pasión. Procedente de rutilantes escenarios europeos, en estos días hará una presentación en la localidad de Pichidangui.
Espero que, en una próxima visita a nuestro país, se le conceda la real importancia que ello significa. Creo que el teatro Municipal sería el escenario adecuado para una presentación de tal nivel.
Y como sello de su “humilde fama”, al finalizar cruzamos La Alameda para almorzar en un pequeño restorán.
Así es el Maestro Scherson.
Así son los grandes.