La vida después de la rehabilitación no es igual que antes de entrar en las drogas o el alcohol. Los sujetos afectados se hallan como perdidos, faltos de confianza y de motivaciones o razones para reencausar su existencia. No es un fenómeno raro, sino muy común. No tiene nada de extraño que un individuo que ha caído en las drogas o el alcohol no pueda proyectar una situación a largo plazo.
Si te sientes identificado con lo que estamos comentando, un centro de adicciones puede transformarse en tu mejor aliado para salir definitivamente de esa espiral de infelicidad que son las adicciones. Tú o ese amigo o familiar al que estés intentando ayudar, claro.
¿Cuáles son los pasos para una rehabilitación exitosa?
Reintegración en el círculo social
Por curioso que sea, la reintegración social a veces no es la parte más complicada de este renacer de los adictos en recuperación. Son muchos los casos en los que se sienten bien con su círculo social más cercano, como los propios familiares y amigos. Casi siempre, éstos han sido su contención en el proceso de salida de las drogas y el alcohol. Los vínculos deben reconstruirse, evidentemente, pero si hay buena predisposición de ambos lados, esto no suele suponer una problemática relevante
El tratamiento y las terapias complementarias
La prevención de recaídas es una parte esencial de la recuperación a largo plazo. Para eso, los centros de adicciones diseñan tratamientos y terapias complementarias basadas en estrategias psicológicas y soluciones afectivas. Esto, a fin de evitar comprometedoras situaciones en las que el paciente pueda verse tentado por las sustancias a las que fue adicto.
La salud física y la salud mental son igual de importantes, por lo que se debe hacer todo lo posible para que sean trabajadas. Entrenar es clave para que exista una descarga de neurotransmisores del cerebro, que les permitan relajar sus mentes.
Pero quizás el mayor reto pase por el desarrollo de nuevos objetivos y propósitos. Esto es súper desafiante porque si no encuentran enseguida algo por lo que vivir, es probable que no valoren la vida. Y si no valoran la vida, es casi seguro que tarde o temprano recaerán en las adicciones. Los objetivos o propósitos pueden ser muy variados, desde triunfar profesionalmente hasta eventualmente dedicarle el tiempo libre a alguna pasión que hubiera quedado atrás y que podría retomarse.
Éstos son los valores que se ponen en juego cuando un adicto pretende rehacer su día a día. Los objetivos y propósitos son algo imprescindible para evitar los daños a la propia imagen y la percepción de uno mismo que deja la adicción en los pacientes. Acude sin demorarte a un centro de adicciones si tú o alguien de tu entorno está teniendo inconvenientes con su autoestima o su identidad.
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