Ya entonces, la joven enóloga mostraba un sexto sentido innovador que participaba a sus vinos (en una tierra honrada por Dionisos como es la D.O.Ca. Rioja). Aquellos Obalo de Raquel gustaron a los expedicionarios. Su estilo elaborador de entonces, lo corrobora una excelente formación académica: Licenciaturas, tanto en Químicas y Enología; así como en Viticultura obtenido en la Universidad de La Rioja. La teoría fue complementada con un amplio bagaje práctico perfeccionado en diferentes estadías en bodegas nacionales: Bodegas Bilbaínas, y Villaesther en D.O.Toro… o en reconocidas elaboradoras del Mundo Vino: Viña La Posada en Chile, donde volvería más tarde al chileno Valle de Colchagua experimentando en la elaboración de sus vinos tintos, al tiempo que estudaba diferentes técnicas de laboreo en el viñedo. Asimismo, trabajo durante un año en Argentina en la Bodega Belasco de Baquedano. Interesada en la complicada elaboración de los buenos vinos blancos, asistió a la vinificación de los mismos en bodegas de California (Alexander Valley) y Nueva Zelanda, antes de experimentar con los nacionales en Rueda. De vuelta en su tierra, dirigió Bodegas Obalo desde su construcción en 2006 hasta 2012.
CHICO ROBUSTO Y CHICA FINA
Bodegas y Viñedos San Martín de Ábalos
Estos son los nombres de alguno de los vinos tintos que Raquel trajo a Verema con la bodega de su localidad. Una pequeña bodega familiar de la Rioja Alta, que está obteniendo el reconocimiento del sector en forma de premios.
Son los dos vinos tintos que probé… (Obligado seleccionar un reducido número de vinos a catar, dado la variada asistencia de bodegas y vinos que participan en una convocatoria). Chico Robusto, monovarietal de cepas viejas del formidable tempranillo riojano, y Chica Fina hecho 100% con garnachas centenarias. Tintos de idéntica añada, 2021. Las cepas plantadas en vaso en diferentes parcelas de la Finca Peñamoros, proporcionan las escogidas uvas que dan lugar a estos vinos. Ambos, son elaboraciones donde la enóloga sondea su potencial imaginativo, indagando en la tradición riojana, para ofrecer un diseño personal de sus vinos. La madera no invade sus límites de influencia. Estrictamente los ahorma. (Aunque la segunda fermentación – maloláctica -, la realizaron en barricas), circunstancia que no impide una sensación fresca y frutal, en un paso de boca sabroso y largo. Destaca en estos vinos, su gran equilibrio, y finura. Los taninos amables, invitan al siguiente trago. No sabría decidirme por cuál de ellos. Tintazos ambos. (Además de su trabajo con los referidos vinos en San Martín de Abalos, Raquel asesora diferentes bodegas nacionales: riojanas, alavesas (Txacolí), y cántabras).