04MAR22.- ¿Para qué correr tanto, si la meta de nuestra carrera ya está instalada? Con el tiempo me he dado cuenta que “el tiempo es mío”, y no de los demás. En cierta ocasión le dije a alguien: “el tiempo no existe; el tiempo eres tú”. Y vaya, como cada día confirmo más esa sentencia.
En la actualidad -y producto de los años vividos creo yo- he aprendido a “tomarme mi tiempo”.
Además, la Pandemia me dejó una enseñanza. Antes, en la consulta estaba acostumbrado (y me tenían acostumbrado) a ver un paciente tras otro, sin pausas 6, 10, 12; los que fueran (aunque siempre intenté no ver más de 12). Pero en la actualidad a veces veo 3,5,8 y eso no me preocupa, al contrario, me agrada… me queda tiempo para “vivir” entre paciente y paciente.
Revisar mi correo, llamar a mi hogar, wasapear a alguna amistad ingrata, en fin, nunca me falta que hacer en esos minutos de “cesantía”.
Y realmente me agrada este nuevo estilo. Por ejemplo, en estos momentos, estoy “entre paciente y paciente”.