Entre versos y letras
se volvieron a encontrar,
ella comienza a ser poesía
él ya es una canción.
Con tono ascendente
cada verso erizado de deseo
vibra la poesía
siguiendo el candor de su canción.
Se transforma en suspiros carnales.
se aparean los cuerpos ajenos de
cruces de pecado,
notas que mueven los sentidos
en un cantar excitado.
La poesía llena su idea de fantasía en
arrojarse toda,
En algún pasaje oculto
versos y melodía arderán!
El espacio le es conocido como
esas calles con sus atajos e
incursionan los talentos
más cretinos, poderosos y divinos.
La canción cantó,
la poesía recitó.
El deseo del alma los abrazó.