América

Bolivia frena comercio de autos usados por costos

ECONOMÍA

Miércoles 22 de octubre de 2014
En un intento por controlar la demanda de combustibles cuyo precio está congelado, el gobierno prohibió la importación de vehículos de modelos anteriores a 2004. La restricción entró en vigor la semana pasada a través de un decreto que modificó otro que ha estado en vigencia por varios años y que permitía el ingreso de vehículos usados y siniestrados.

El nuevo decreto señala que "por falta de restricciones se ha incrementado el ingreso de vehículos usados", generando así "una mayor demanda de combustibles, y riesgo para la salud y seguridad de la población, por efecto de la emisión de gases que afectan la capa de ozono".

La venta de autos usados es un negocio floreciente en Bolivia y la enorme oferta hizo que el precio de los vehículos bajara en el mercado.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta el 2007 había 699.646 vehículos frente a los 96.634 que había en 1998. De ellos 601.866 eran particulares y 73.813 del servicio de transporte público.

Pero la medida ha puesto en alerta a los importadores de autos usados. José Luis Suárez declaró al diario El Deber de la ciudad de Santa Cruz que unas 20.000 personas podrían perder empleos, entre ellos cientos de mecánicos especialistas en adecuar los autos a las normas de circulación local.
"Quedarán sin trabajo los talleres de transformación y las empresas de transporte de vehículos, y serán afectadas las personas que planean comprarse un taxi", dijo.

El aumento del parque automotor se ha convertido en una pesada carga para el estado que este año subvencionará el precio de los combustibles con 375 millones de dólares, sobre todo del diesel que el país debe importarlo para venderlo a precio subvencionado ya que la producción no cubre la demanda local.

El litro de la gasolina cuesta un equivalente a medio dólar y el precio bajo de los combustibles incentivó el contrabando.

Morales comenzó a aplicar duras medidas para controlar ese comercio en momentos en que la producción de carburante en el país está estancada por falta de inversiones.