Adam, que llevaba a su mascota recién comprada en Israel en el equipaje de mano, pensó que podría tener sed. "Le avisé al pasajero de al lado de que iba a sacar a mi serpiente para darle agua", cuenta. "Cuando lo hice la mujer de al lado se puso a gritar". El pánico se extendió por el pasaje del vuelo y la calma se restauró con la confiscación del animal durante el vuelo. La compañía Easyjet ha emitido un comunicado en el que indica que la serpiente permaneció en su recipiente durante todo el vuelo y los pasajeros no estuvieron en peligro en ningún momento. "Estamos ya en contacto con el aeropuerto de origen para averiguar por qué el reptil no fue detectado en el control de seguridad”