I D E A S
Miércoles 22 de octubre de 2014
Qué enorme y prolífico escritor fuiste, Benito.
Muchos en la adolescencia nos iniciamos en la lectura con tus famosos Episodios nacionales: Trafalgar, La corte de Carlos IV, Bailen…
Imposible no recordar algunos de tus entrañables personajes, como aquel profundamente humano: la protagonista de tu novela Misericordia.
Después, la fuerza de tus tramas argumentales influyeron poderosamente en Luis Buñuel y propiciaron impresionantes películas como Nazarín y Tristana.
No sé si hoy eres muy leído; probablemente no.
En cualquier caso te perpetúas en la memoria colectiva mediante la hermosa estatua-retrato que de ti hizo Victorio Macho y fue inaugurada, contigo presente aunque ya invidente, en los Jardines del Buen Retiro de Madrid, muy cerca de la Rosaleda.
Hermosas las manos entrelazadas; ensimismado tu rostro
Una escultura en piedra caliza blanda, que sufriendo la erosión del tiempo, el sol, la lluvia, el viento, los excrementos de los pájaros y las pedradas de los niños, se va desvaneciendo, como la memoria de quienes fuimos tus lectores, que, aunque en este momento no te leemos, te recordamos con afecto y te rendimos homenaje, Benito.
Benito Pérez Galdós.