Se destaca de forma prioritaria la gran importancia que tuvo el denominado Desastre de Annual, en 1921, con la caída de la Comandancia Militar de Melilla. En realidad un conjunto de sucesos trágicos que tuvieron lugar en Abarrán, Igueriben, Annual, Monte Arruit y otras posiciones en el que más diez mil españoles, dejaron su vida en tierras norteafricanas.
Abd-el-Krim, un hombre prácticamente sin experiencia militar, fue el líder de los rifeños que ocasionaron estos catastróficos sucesos para el ejército español que sufrió una de las mayores derrotas de su historia.
En bastantes pueblos y ciudades de nuestra geografía, muchas familias se vistieron de negro por alguno de sus hijos o allegados, a los que un día despidieron y nunca más volvieron a ver, caídos sobre aquellas colinas y barrancos tan inhóspitos del Protectorado Español en Marruecos. El realismo de los acontecimientos y de los personajes que lo vivieron, unido a algunas pautas de ficción constituyen la arquitectura de la novela.