Se ha obtenido con un 'fotomatón cósmico', un astrógrafo remoto del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) instalado en el Observatorio del Teide (Tenerife) en el marco del proyecto NIÉPCE: del negativo al positivo.
El tamaño aparente en el cielo de este remanente de supernova es espectacular. Si fuera posible observarlo a simple vista, alcanzaría más de 4 grados en su extensión máxima, equivalente a ocho Lunas. En su interior, aunque no en el centro de los restos de la explosión, se encuentra el púlsar PSR J0538+2817, el núcleo de una estrella masiva y extremadamente concentrado que gira a gran velocidad. La nebulosa se expande a una velocidad de unos 100 km/s y parece tener energía suficiente para emitir radiación incluso en rayos gamma, según confirma el satélite Fermi.
Existen dos estimaciones de distancia para esta nebulosa. La primera la sitúa a una distancia aproximada de 880 parsecs (2.870 años luz) de la Tierra, lo que implicaría que Simeis 147 abarca un volumen aproximadamente esférico de entre 150 y 200 años luz de diámetro, un valor enorme si consideramos que la distancia a la estrella más cercana, Próxima Centauri, es de 4,2 años luz. La otra estimación es algo mayor, al estar basada en el púlsar, situado a 4.240 años luz. Estudios recientes sugieren que la estrella que explotó era una estrella masiva que tenía otra similar como compañera. Al explotar ésta última, varió la distribución de masas y ambas salieron expulsadas a gran velocidad. La posición del púlsar no coincide con el centro geométrico del remanente de supernova, que se encuentra desplazado justo en dirección opuesta a HD 37424, una estrella gigante que habría compartido la posición central hace unos 30.000 años.
Agencia SINC
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