La convocatoria anual Arte Naïf que Amalia Fernández de Córdoba, directora de la galería Éboli, hace cada año, es digna de elogio. Esta año, además del arte europeo, la galería presenta una muestra de arte naïf chino, que enriquece la convocatoria.
Algunos nombres señeros del arte naif en Éboli: Juan Guerra, Tito Lucaveche, Juan Borrás, Marisa Norniella, Manuel Gómez Arce, Gracia Risueño, Laura Esteban, Javier Nieto, Estela Benavides…
La galería, situada en las caballerizas del célebre palacio de los Fernández de Córdoba, Ha situado la pintura china en la sala de entrada, seguida de la de artistas españoles, con los centroeuropeos en la siguiente, y la última de ellas con los pintores franceses, que han acudido notoriamente en esta ocasión.
“La universalidad del Arte Naïf” es el título del texto escrito por el profesor Bonet Correa, en el que dice: “Por regla general el arte naïf moderno nace de una visión optimista y feliz de la existencia humana. Diferente de los primitivos del pasado, raras veces roza el sentimiento de lo terrible o el horror de lo sublime. Muy pocas veces presenta catástrofes naturales o históricas…”
“El placer estético que en nuestros días proporciona una pintura naïf pertenece a los cambios del gusto de la Edad Contemporánea”, dice Bonet Correa en otro momento. Desde el Romanticismo, lo “sublime de la vida ordinaria”, como dijo Sthendal o las delicias de lo cotidiano y lo popular adquirieron un puesto cada vez más relevante, gracias a la crítica y la teoría del arte”.
Entre los asistentes a la inauguración se encontraban el escritor Jesús Pardo y su esposa Paloma, y los escultores, Salvador y Alfonso Amaya –hijos de Marino Amaya- y Juan Moral –su padre Manuel Moral da nombre al museo de Arte Naif e el palacio de Villardompardo en Jaén.