El pintor toma la forma o silueta visigoda de la ermita de Melque (Toledo), para dibujar y pintar dentro de ella la silueta femenina a la que bautiza con el nombre de Dulcinea de Melque. Son tan distintas y graciosas que vale la pena visitarla la exposición.
“Por Melque pasó el Quijote y asomada a la ventana vio el hidalgo caballero a la más hermosa dama. Dulcinea la llamó y cobijo dio en su alma del noble hombre fue guía la Dulcinea de España”, escribe el autor de la exposición en el catálogo.
Con esta exposición, romeral cierra su homenaje a Cervantes y a la publicación de la primera y segunda parte del Quijote que desde el año 2005, con motivo de la celebración del IV centenario viene realizando con la serie “Mis Dulcineas de Melque”.
Centro Cultural Nicolás Salmerón
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28002 Madrid