Chávez ha centrado en sí mismo la campaña electoral de los candidatos del PSUV, confiado en que su liderazgo arrastrará los votos necesarios para obtener las dos terceras partes de la Asamblea Nacional y profundizar así su proyecto político, la ``revolución bolivariana'', sin obstáculos de la oposición.
“Vamos a la victoria del 26 para profundizar, para radicalizar la revolución bolivariana, rumbo al socialismo'', afirmó recientemente Chávez, quien ha convertido los comicios en un plebiscito sobre su gestión de once años.
El objetivo del PSUV es lograr al menos 110 de los 165 escaños. Si lo logra podrá legislar sobre temas fundamentales y designar a los integrantes de los demás poderes públicos, como el Tribunal Supremo, la Fiscalía y el Consejo Electoral (CNE), sin necesidad de negociar con la oposición.
Además, con los tres quintos de las curules (99), los parlamentarios oficialistas podrán dar a Chávez, como ya ocurrió en el pasado, poderes excepcionales para legislar.
“El comandante Chávez necesita la Asamblea Nacional que hoy tenemos: revolucionaria, 100 por ciento chavista y debemos mantenerla así'', señaló la dirigente del PSUV, Jacqueline Farías.
Respaldados por una amplia cobertura de los medios de comunicación oficiales, los aspirantes del partido en el poder buscan votos en mítines y recorridos puerta por puerta.
Pero el verdadero protagonista de la campaña es Chávez, quien lidera esas movilizaciones y cuyo rostro es el principal referente de la abundante propaganda oficialista.
En sus proclamas, los candidatos del PSUV defienden los ``logros de la revolución'' en educación y salud, y aseguran que si la oposición se hiciera con el control del Parlamento, todos ellos se perderían.
“A la oposición no le interesan las leyes del pueblo. Ellos quieren ir a la Asamblea Nacional para (...) acabar con Chávez, con las misiones (programas sociales), con los logros de la revolución'', dijo la actual presidenta del Parlamento, Cilia Flores.
Sin embargo, los candidatos del PSUV evitan hablar de inseguridad, crisis eléctrica o encarecimiento de la vida, principales problemas de los venezolanos, al considerarlos “ataques mediáticos'' de la oposición.
Bajo el lema ``Pueblo para la Asamblea'', el partido de gobierno indica además su deseo de dar un mayor protagonismo legislativo a los más humildes que podrían tener incluso la potestad de emitir leyes, organizados en agrupaciones comunales.
Hay que “aprobar leyes que consoliden el poder popular y que den la posibilidad al pueblo de una participación directa en las políticas públicas'', apuntó el diputado Earle Herrera y candidato a la reelección.
En los últimos cinco años, la Asamblea Nacional aprobó más de 140 leyes, algunas polémicas, como la de educación y la de consejos comunales, en una apretada agenda legislativa criticada por los opositores por complacer los deseos de Chávez y no ejercer ningún control sobre el Ejecutivo.