Según entiendo, los ciudadanos eligen a quienes a la postre, eligen de verdad al presidente y con un sistema donde no todos los votos valen igual y no todos los territorios del país tienen la misma importancia en términos eleccionarios.
De buena creo, se ha librado la llamada “primera potencia” mundial. No me imagino siquiera, como sería esta potencia gobernada por un hombre que cree entre otras cosas, que el mundo tiene apenas poco más de siete mil años, y que un ángel bajó a la tierra para entregar al fundador de su congregación religiosa, las “tablas de la ley” que detallaban el origen de los pueblos americanos y que rigen de manera ultraconservadora, los preceptos de su iglesia y sus feligreses.
Pienso que un político aherrojado por su confesión religiosa nunca podría ser un gobernante cabal ya que su ortodoxia religiosa le impediría la necesaria objetividad frente a los problemas cotidianos. De manera que la reelección de Obama –ya conocido en sus actuaciones políticas-, puede interpretarse como que en los próximos años, tendremos más de lo mismo que hasta ahora, es decir nada…